Acabo de descubrir un bello texto. En realidad dos. Hermosos, acertados, profundos, llenos de fuerza. Puedo decir que no sólo me han gustado mucho, sino que me han impactado y me han hecho reflexionar sobre unas cuantas cosas. Sobre mi propia búsqueda, mis creencias, mi visión demasiado simplista y poco profunda, mis errores, mis defectos…
El autor de ambos es Rajiv Kapur. Publicaré el primero de ellos dividido en varios fragmentos. Se titula COMPRENDER EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO y una vez más quien se molestó en traducirlo es el titular de este blog. Lo tenemos además en formato PDF aquí.
Allá va…
«… si comienzas tu viaje creyendo que el único objetivo de la autoindagación, la meditación y toda práctica espiritual es el logro de la felicidad, será fácil que te decepciones una y otra vez durante tu viaje espiritual. El objetivo de la meditación no es alcanzar cualquier estado o fenómeno…
… sino sólo observar.
No tienes que mendigar felicidad o gozo, o buscar experiencias, fenómenos o cualquier estado alterado o de conciencia superior. Debo aceptar completamente lo que mi ser me muestre. No quiero transformarme en nada, aparte de lo que soy. No quiero conseguir nada, ni cambiar nada.
Sólo quiero ver y sentir profundamente. Esa es mi única intención al meditar.
A través de la permanencia en el sentido de ser, el ‘Yo Soy’, lo que comienza como un mirar a través de la mente, poco a poco trasciende ese instrumento y se convierte en una mirada a través de la Consciencia.
De alguna manera el concepto de mirar a través de la mente cae a lo largo del camino a medida que la mente se vuelve más purificada y sutil. La mirada tiene que ir más allá de la mente para que sea completa y total, sólo entonces se le puede llamar profunda. Cuando la mirada se vuelve perfecta a través de la consciencia purificada, la verdad finalmente se refleja (como en el lago interior de la felicidad, discutido en el artículo anterior). Entonces por fin se sabe que no había nada que alcanzar, lograr o adquirir. Siempre fuimos la felicidad que estábamos buscando y persiguiendo. Todas las dudas se desvanecen por completo. A pesar de la creencia de algunos practicantes de que «no hay nada que se deba hacer», la búsqueda (el viaje al lago del corazón) es muy necesaria, incluso a pesar de que siempre fuiste esa felicidad.
Del mismo modo, si comienzas tu viaje creyendo que el objetivo de la autoindagación, la meditación y la práctica espiritual es el fin de todo sufrimiento (como la mayoría cree que es), entonces también acabarás desilusionado. Fracasarás una y otra vez si crees que puedes escapar de nada de eso, sea el dolor o el placer, a través de la meditación o la autoindagación. El hecho es que simplemente NO PUEDES escapar. Tendrás que aceptarlo por completo, y entregarte a ello. Ni siquiera el conocimiento de que yo soy Sat-Chit-Ananda hace que el dolor o el sufrimiento desaparezcan».
Me gusta pero todavía tengo problemas para calificar, es decir que precisamente el que se sienta a meditar debe buscar centrar su atención en la respiración y desde ese punto sencillamente observar qué tipos de pensamiento nos secuestran la mente. Es divertido darte cuenta de que no te has dado cuenta de tus divagaciones. Se te llevan y solo al cabo de un rato vuelves a la respiración. No hay objetivo, como tampoco lo hay en seguir viviendo, más que el de parar un poco el carro del pensamiento y aprender a respirar pero nos loan, efectivamente, todos los beneficios colaterales mercantilizándolos y volviéndolos un objetivo en sí mismos. Prostitución del mercantilismo. En fin… seguiremos sentándonos a aceptar el aburrimiento como parte intrínseca del ser o no ser… ya no sé.
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El camino del DESPERTAR. Justamente de eso se trata. Cada cual debe enfrentarse a esto, reflexionar y evaluar qué significa, qué implica, qué puede haber de realidad o de quimera en esa posibilidad.
Yo… no albergo ni el mínimo resquicio de duda. Ni la milmillónesima parte de una micra. Como dice cierta persona muy sabia y acertadamente: no tengo pruebas, pero tampoco dudas.
Gracias por comentar.
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