«Porque la Auto-realización es una forma de soledad. Es también estar solo. Es percibir el Uno que es todo. Todo-uno, solo. Es darse cuenta del Ser Único. El Ser que es uno y único. Así que, solo. Está solo. El/ella/ello está solo. Porque en esa Totalidad de tu ser, vida, experiencias, seres están todos dentro de tu Ser. Están dentro. Son ciudadanos, miembros de tu consciencia. No son otros en relación a ti. En el estado de realización, no hay otros. Solo hay uno. Y los llamados otros son solo la población de tu consciencia. Incluyendo tu propio cuerpo, incluyendo este mismo personaje cuerpo-mente».
[…]
«Así que de alguna manera debemos ser capaces de hacer amistad con esa soledad. La soledad ficticia es un paso o un puente a la verdadera soledad.
La soledad ficticia es la aparente soledad o estar solo personalmente con respecto a otros.
Si no podemos aceptar esa clase de soledad, todavía estamos asustados de ser Uno.
El Uno que es todo.
Muy asustados: necesitamos ser el personaje, necesitamos todavía ser la persona en relación a otra gente, otras personas».
(Clara Llum Ibáñez) (Nisarga Yoga en Youtube)
(Este texto está extraído de El blog de Tao, entrada del 17/04/2013; también está en inglés).
Más información sobre ella aquí y aquí.
«Remembering the Guru is remembering the Self,
Remembering the Self is becoming the Self,
Becoming the Self is forgetting subject/object,
Forgetting subject/object is the Natural State».
(Clara Llum)
La web geocities.ws nos dice sobre ella:
«Clara Llum is an Nondual-Dharma teacher
with an extensive background in the spiritual traditions of the East
and 25+ years imparting Satsang and Meditation.
She is an ordained Buddhist priest (Sensei) with the Hongaku Jodo sangha,
a certified Yoga instructor and the originator of Kuan Yin Reiki».
Las reflexiones de Clara Llum sobre la verdadera soledad me han recordado la sentencia de Aristóteles que hace meses ya incluí en una entrada:
«El hombre solitario es una bestia o un dios».
Una sentencia que creí necesario retocar para dejarla así:
«El ser humano que vive en solitario —fuera de la sociedad— es (o ha de ser) una bestia, un dios o un santo».
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Otra vez nuestros escritos parecen tratar sobre lo mismo desde puntos de vista, y de inicio, muy diferentes. Somos comos dos versiones de un multiverso 🙂
El tema de la soledad ha sido algo cíclico en mi vida, a veces buscado, a veces golpeado por ella y siempre intentando hacer algo útil con esa sensación de desamparo. Supongo que a eso se refiere la frase de Aristóteles, ¿no? A que intentes hacer algo útil con ella, ¿verdad?
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Ya, ya veo por nuestros escritos que abordamos el tema de la soledad desde puntos de vista y sentires absolutamente diferentes. Sí, somos como dos versiones en un multiverso.
En mi caso mi soledad es gozosa, escogida, buscada y aceptada. Estoy más que acostumbrado a ella y es una herramienta o camino indispensable en mi progreso (suena mal) espiritual… o profundización. No me produce especial tristeza o dolor, solo en ocasiones. O añorar a «alguien», compañía humana.
No, no creo que Aristóteles acuñara esa frase exactamente pensando en eso. Simplemente describe o supone a qué naturaleza corresponderían las personas que viven apartadas de la sociedad.
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